En un artículo anterior, comenté acerca de los primeros pasos que caracterizan la práctica de la resiliencia en el ser humano. Comprender los elementos que refuerzan esta capacidad de transformación de lo adverso en positivo permite abordar la crisis del momento con un sentir renovado y esperanzador, atrayendo oportunidades de crecimiento y expansión del SER. A continuación, los 5 últimos pasos que definen a un ser como resiliente:
- Amate y déjate amar: sé autónomo, motívate y motiva a otros, siente y reconoce cuando alguien te importa. Cuida tus relaciones, abonando la semilla del amor para que germine y crezca, valorando al otro tal y como es sin pretender cambiarlo.
- Libérate: suelta lazos de dependencia, adicción o apego, recuerda que tu felicidad no depende de otros sino de ti mismo. Desata nudos corporales y muévete, bien sea bailando, caminando, haciendo ejercicios de estiramiento, etc. Recuerda que la libertad es un estado de conciencia que ocurre dentro de ti y se refleja en el exterior.
- Perdónate: Reconcíliate contigo y con los demás, corrige, repara la falta, elimina el castigo y los juicios sobre ofensas y daños pasados. Cuando perdonamos, lejos de justificar, excusar o disculpar, nos liberamos, dando una respuesta llena de amor ante la injusticia, abandonando el enganche ante la ofensa.
- Renace: Cierra ciclos, despréndete de cuanto trasto físico, mental y emocional tengas, oxigénate, haz consciente tu respiración, libera espacios en tu vida (suelta hábitos negativos, recuerdos dolorosos, juicios y falsas creencias). Acéptate y ponle fin a las luchas internas que se extrapolan fuera de ti. Suelta las cargas emocionales y viaja ligero(a). Sal de todo lo viejo que hay en tu vida, todo pasa.
- Cuídate: A nivel físico, mental y emocional, así como tus entornos (hogar, laboral, recreacional). Tu higiene personal y la alimentación balanceada es importante. El desarrollo espiritual y el apoyo en grupos de amigos, familia, expertos, colegas, emprendedores es necesario para mantenerte en balance.
Recuerda, eres luz que ilumina tu propio mundo, aquel en el cual quieres vivir en plenitud