El canto melodioso de las aves coloridas anuncia la llegada del equinoccio de primavera el domingo 20 de marzo. Un período para disfrutar de la naturaleza, renovarse, rejuvenecer, perdonar, cerrar ciclos del pasado, amar y agradecer por todo lo que tienes en el presente. Es el momento oportuno para celebrar la vida, abrazar a un árbol para descargar la energía de baja vibración y llevarla a la tierra, mientras revitalizamos nuestro ser. El elemento madera, símbolo de crecimiento y evolución continua, representa este periodo de tiempo en el cual la duración del día y la noche es prácticamente igual en todos los lugares de nuestro planeta azul.
En diversas culturas desde la antigüedad, la llegada de esta temporada es celebrada con festines y banquetes con frutas, granos, trigo y flores, así como rituales para atraer abundancia y prosperidad. El primer día del Equinoccio de primavera se aconseja vestir de colores cálidos, tales como el naranja y el amarillo, así como encender velas de color verde e inciensos de vainilla, canela o sándalo mientras se visualiza como la abundancia y el bienestar llena cada rincón de la existencia. Recuerda: “lo que es arriba es abajo”, lo que vemos en el exterior es tan solo un espejo que revela lo que albergamos dentro de nosotros, por lo tanto, este período brinda la oportunidad de crecer desde tu interior, honrando y bendiciendo a la madre Tierra, que nos provee de todo lo que necesitamos desde su abundancia, cuando estamos abiertos y dispuestos a recibirla.