La “nueva normalidad”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue un concepto nacido en Austria y se refiere a la preparación de la nueva etapa, luego de la cuarentena para seguir enfrentado al nuevo coronavirus (SARS-CoV-2), agente responsable de la COVID-19. En principio, la nueva normalidad requiere de la aceptación de lo vivido antes, durante y después del confinamiento, abandonando la queja, comprendiendo que la reincorporación a las actividades habituales requerirá de etapas llenas de mucha paciencia y cuido. Se requiere ver lo bueno en todo, inclusive en la capacidad de percibir el mundo. Fomentar la conexión con nuestro Yo Superior es indispensable para cultivar el espíritu en estos tiempos para mantener la vibración en alto nivel. Mantén una comunicación abierta y honesta contigo y con los demás, recuerda que el distanciamiento social es una cosa y el mantenerte aislado del mundo es otra muy distinta. Consulta a tu corazón sobre el mejor camino a seguir y asegúrate esta vez de disfrutar el recorrido.
El principal aprendizaje del confinamiento radicó en establecer una parada, un alto en medio del transitar de la existencia para aquietar el ritmo de vida y replantearnos un sinfín de cosas para cerrar ciclos, abrir nuevos, culminar lo pospuesto, plantearnos nuevas formas de vivir y seguir adelante.